Después de más de 80 días, Andalucía
ya tiene la Presidenta del gobierno que habían decido allá por el mes de marzo,
pero que por diversos motivos no ha podido jurar su cargo hasta este pasado
domingo.
También el sábado se
constituyeron todos los ayuntamientos de Andalucía y España, pocos son los
alcaldes y alcaldesas que cuentan con mayorías absolutas en sus respectivos
plenos, que hagan de su mandato un camino cómodo a la hora de poner en práctica
las políticas por los que resultaron elegidos. Por el contrario, la mayoría
gobernará en precario, bien gracias a un acuerdo de gobierno con otras fuerzas
políticas, bien mediante un acuerdo de investidura o bien en minoría sin acuerdo previo de
investidura. Así muchas alcaldesas y alcaldes tendrán que sacar lo mejor de sí
y de su propio grupo de concejales y concejalas para poder mediante la palabra,
el diálogo y el consenso sacar a sus respectivos municipios de la actual
situación de crisis que viven sus vecinos y vecinas, para estos últimos, a
diferencia de aquellos que gozan de mayoría absoluta, la oposición será muy
dura y por lo tanto exigente, cualquier mínimo error supondrá una crisis en el
gobierno local, cualquier decisión, por pequeña que parezca, puede dar lugar a
un cambio en la alcaldía para lo que restase de mandato.
Muy curioso y merecedor de un análisis
aparte es el resultado obtenido en las 4 grandes ciudades de España (Madrid, Barcelona,
Valencia y Sevilla), donde el partido que venía gobernando con una amplia
mayoría ha visto como ha perdido todo el capital político y que ahora por mor
de la ley electoral y sus pactos ha
hecho que dichas capitales sean gobernadas por cuatro partidos políticos
distintos, los cuatro del ámbito de la izquierda, aunque la fórmula ganadora en
Madrid y Barcelona no es propiamente la tradicional de partido político sino
una novedosa de confluencia ciudadana, esperemos que el “experimento” dé sus frutos, aunque su éxito
se basa más que en la fórmula empleada,
en las candidatas propuestas. Dos mujeres de la vida civil con una
reconocida y reconocible trayectoria que ha facilitado que ambas ahora sean las
regidoras de las dos principales ciudades del país.
En Valencia los frutos lo ha
recogido un joven partido de ámbito regional, Compromís, gracias a una dura oposición a la gestión de
Rita Barberá durante los últimos años y que ha sabido capitalizar gran parte de
la indignación ciudadana, aunque para desalojar al PP del ayuntamiento ha
tenido que contar con el apoyo del PSOE y de Valencia en Común.
Por último Sevilla es recuperada
por el PSOE tras cuatro años de un gobierno con una mayoría absolutísima del PP,
que precisamente por contar con ese amplio número de concejales (20) olvidó el
trabajo de la calle que tan buenos resultados le depararon en 2011. Por el
contrario, Espadas, el actual alcalde socialista, ha hecho una oposición leal,
constructiva, alejada de las grandes confrontaciones del “y tú más” tan
acostumbrados en este país, asumiendo desde primera hora el lugar que le habían
dado al PSOE los ciudadanos hace cuatro años. Ha sabido demostrar que con
talante y talento se puede volver a gobernar Sevilla. Ahora ese talento y muy
especialmente ese talante tendrá que ponerlo al servicio de la ciudad, pues no
goza de un gobierno fuerte y sólo con mucha capacidad podrá llevar la nave del
ayuntamiento sevillano a buen puerto.
Mucha suerte a todos y a todas.
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