Día de ilusiones y llantos pero
sobre todo de nervios. Ayer empezaba un nuevo curso escolar, un curso marcado
por los recortes en los presupuestos públicos para la educación, que va a
obligar a administraciones, profesores y familias a dar lo mejor de cada parte
para que la calidad educativa no se vea mermada durante el mismo y los
sucesivos.
Pero si ayer alguien estaba
nervioso esos eran las madres y padres que llevaban a sus hijos e hijas por
primera vez a la escuela siendo plenamente conscientes de la trascendencia que
tiene para la vida de esos jóvenes escolares traspasar el dintel del colegio;
ya nada ni nadie volverá a ser igual desde ese preciso instante, hasta ahora
los padres y madres con mejor o peor fortuna han ido educando (en muchos casos
con ayuda de los y las profesionales de las escuelas infantiles) a sus retoños,
pero a partir de este instante contarán con un colaborador fundamental las
maestras y maestros del colegio, que en una simbiosis casi perfecta tendrán que
sacar adelante ese proyecto de de hombre y mujer libre que ahora apenas cuenta
con 3 añitos.
Nuestros hijos e hijas “exigirán”
de nosotros nuestra mejor versión, esa que comprende, ilusiona, anima, ayuda...
pero que también exige desde el cariño y el respeto. Los padres y madres, junto
con el resto del entorno del niño, deben de hacer el esfuerzo de comportarse de
manera ejemplar, para ser un referente para su pequeño o pequeña, ya que si el
día de mañana queremos legar una generación mejor que la actual más libre, más formada,
más solidaria, más justa y más cívica, los primeros que tendrán que dar el paso
al frente deben ser los padres y madres, no dejando recaer esa responsabilidad
en exclusiva sobre los hombros de los docentes. El objetivo siendo compartido
entre profesores y padres, es principalmente obligación de los padres y de las
madres.
Hay que ser consciente de la dificultad
de la tarea, saber que aquí es donde los hombres y mujeres se la juegan, un
niño feliz que da como resultado un adulto libre, da sentido pleno a la
existencia, pues como animales, que no dejamos de ser, nuestro principal
objetivo es dejar un habitad sostenible y una especie fuerte que resista el
paso del tiempo. Podremos ser en nuestras vidas profesionales unas eminencias,
poderosos o poderosas, ricos o ricas, pero nada habremos conseguido si como
padres o madres se fracasa en la tarea que ayer empezó.
Par finalizar vaya mi más sentido
respeto y admiración a todos y todas los que conforman la comunidad educativa,
sin ellos sería imposible alcanzar la meta propuesta. Por su ilusión, sus ganas
y su compromiso con la educación muchas gracias a todos y todas los que
conforman la gran familia escolar.
Mucha suerte a todos y a todas.