Llevaba días rondándome por la
cabeza una idea, pero no fue hasta ayer cuando un amigo, que ahora vive en Basilea,
y compañero en la Delegación del CADUS me confirma que la candidata por Podemos
a gobernar Andalucía, era una de las activistas y portavoz del MAPU.
Muchos y muchas se preguntarán ¿qué es (era)
el MAPU?. Pues bien el MAPU (Movimiento de Acción y Participación
Universitaria), también conocido en la comunidad universitaria como “Los rompe
puertas”, fueron los y las estudiantes que allá por el 2002 protagonizaron el hecho
más vergonzoso producido en la universidad española en el periodo democrático,
cuando un grupo de alumnos, y no alumnos, exaltados irrumpieron en la mañana
del 8 de febrero de 2002 en las
dependencias del Rectorado de la Universidad de Sevilla, llevándose por delante
unas puertas del Siglo XVIII, con el claro propósito de que una sesión de la
entonces Junta de Gobierno no tuviera lugar.
Después de aquello el MAPU, cuya portavoz
no era otra que la compañera de Filología Teresa Rodríguez- Rubio, llevó una
campaña de hostigamiento hacia el resto de compañeros y compañeras
representantes de los alumnos con la intención de que en una Asamblea del CADUS
se aprobase un acuerdo que le pidiese al Rector Miguel Florencio Lora, la
readmisión de los 5 alumnos expulsados de la Universidad por aquellos hechos.
Pues bien, los modos de actuar
tanto de Teresa como de otros compañeros y compañeras pertenecientes al MAPU,
durante meses consistieron en insultar por los pasillos de los distintos
centros a los representantes de los alumnos, tachando a los mismos de “fascistas”
y otros bellos calificativos. Sólo porque no compartían los modos empleados por
los asaltantes a la hora de defender su oposición a la Ley de Universidades aprobada
por el Gobierno de Aznar, cuando el CADUS había protagonizado las mayores
protestas contra la aprobación de la LOU antes y después del asalto al
Rectorado.
Ojalá que si algún día Teresa
Rodriguez se sienta en algún Consejo de Gobierno, espero y deseo que los andaluces
y andaluzas no lo permitan, no sufra en su propia piel, lo que algunos y
algunas compañeros y compañeras tuvimos que soportar durante todo aquel 2002.
Ya ha pasado el tiempo suficiente, para que aquel “pecado de juventud” haya
hecho reflexionar a sus protagonistas. He de suponer que tanto Teresa como el
resto de aquel colectivo (hoy muchos pertenecientes a Podemos) hayan alcanzado
la madurez suficiente para saber que la democracia se defiende con más
democracia y no con el empleo de la fuerza, la violencia y la coacción para
imponer sus ideas.
En los siguientes enlaces podréis
encontrar noticias de aquellos días:
http://hemeroteca.sevilla.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/2002/05/14/053.html