martes, 10 de febrero de 2015

Pecados de juventud



Llevaba días rondándome por la cabeza una idea, pero no fue hasta ayer cuando un amigo, que ahora vive en Basilea, y compañero en la Delegación del CADUS me confirma que la candidata por Podemos a gobernar Andalucía, era una de las activistas y portavoz del MAPU.
  
Muchos y muchas se preguntarán ¿qué es (era) el MAPU?. Pues bien el MAPU (Movimiento de Acción y Participación Universitaria), también conocido en la comunidad universitaria como “Los rompe puertas”, fueron los y las estudiantes que allá por el 2002 protagonizaron el hecho más vergonzoso producido en la universidad española en el periodo democrático, cuando un grupo de alumnos, y no alumnos, exaltados irrumpieron en la mañana del 8 de febrero de 2002  en las dependencias del Rectorado de la Universidad de Sevilla, llevándose por delante unas puertas del Siglo XVIII, con el claro propósito de que una sesión de la entonces Junta de Gobierno no tuviera lugar.

Después de aquello el MAPU, cuya portavoz no era otra que la compañera de Filología Teresa Rodríguez- Rubio, llevó una campaña de hostigamiento hacia el resto de compañeros y compañeras representantes de los alumnos con la intención de que en una Asamblea del CADUS se aprobase un acuerdo que le pidiese al Rector Miguel Florencio Lora, la readmisión de los 5 alumnos expulsados de la Universidad por aquellos hechos.

Pues bien, los modos de actuar tanto de Teresa como de otros compañeros y compañeras pertenecientes al MAPU, durante meses consistieron en insultar por los pasillos de los distintos centros a los representantes de los alumnos, tachando a los mismos de “fascistas” y otros bellos calificativos. Sólo porque no compartían los modos empleados por los asaltantes a la hora de defender su oposición a la Ley de Universidades aprobada por el Gobierno de Aznar, cuando el CADUS había protagonizado las mayores protestas contra la aprobación de la LOU antes y después del asalto al Rectorado.

Ojalá que si algún día Teresa Rodriguez se sienta en algún Consejo de Gobierno, espero y deseo que los andaluces y andaluzas no lo permitan, no sufra en su propia piel, lo que algunos y algunas compañeros y compañeras tuvimos que soportar durante todo aquel 2002. Ya ha pasado el tiempo suficiente, para que aquel “pecado de juventud” haya hecho reflexionar a sus protagonistas. He de suponer que tanto Teresa como el resto de aquel colectivo (hoy muchos pertenecientes a Podemos) hayan alcanzado la madurez suficiente para saber que la democracia se defiende con más democracia y no con el empleo de la fuerza, la violencia y la coacción para imponer sus ideas.

En los siguientes enlaces podréis encontrar noticias de aquellos días: